Querido empresario: El descenso comienza en la cúspide.
El éxito es una 'zona segura' nebulosa en la que oyes cantos de sirena; te rodea una calma plena y te sientes feliz. Cuidado, tu caída está a un paso de distancia.

En esta entrada colisionarás con:
- El éxito como zona de peligro. Llegar a la cima puede ser el inicio de tu declive.
- La diferencia entre crecimiento real y chispazos efímeros.
- Las ganas de innovar de muchos, pero el atrevimiento de pocos.
- El momento exacto para diversificarse e innovar.
El éxito es una buena fotografía. La representación de un momento en el tiempo.
Si supiste cómo lo conseguiste, lo más seguro es que puedas replicarlo y alcanzar uno nuevo. El problema es si no sabes cómo lo lograste.
Creerás que por fin alcanzaste la cima. "Hora de cosechar frutos", te dices, cuando lo único que lograste es comprometerte a seguir sembrando.
Haces saltos fuertes, notables, pero ¿terminas siempre en el mismo escalón?, ¿o caes uno más arriba?
Lo primero son chispazos, petardos cortoplacistas que atraen gran atención. Te dejan bien parado, pero estático, no tienes avance; mucho plan, nula estrategia.
Lo segundo es crecimiento. No sólo saltaste alto, recorriste un trecho y caíste un peldaño más arriba. Esto es conocer tu contexto y estar atento a nuevas oportunidades para seguir creciendo.
Ten algo por seguro, será momentáneo; mira hacia abajo, pues allá te diriges, es inevitable. Aún y para alcanzar la punta de la siguiente montaña, habrás de bajar de la que pisas ahora.
¿Estás atento a las señales? Marcas icónicas y con mucho presupuesto detrás no lo hicieron. Decidieron quedarse en el confort y seguirse yendo "a la segura", a lo que ya conocían.
Esto no es tema de contar con dinero para respaldar tus ideas, se trata de aprovechar las tendencias y crear en torno a ellas ideas viables.
Diseñarlas, no esperar a que lleguen. Si llegan sin diseño, son ocurrencias. Podrán funcionarte, pero no sabrás los porqués, por lo tanto no podrás replicarlas. Y si te fallan, tampoco sabrás por qué, y caerás de nuevo en ellas.
¿No lo crees?
Lee aquí el artículo completo que escribí para el portal Líder Empresarial. Descubre qué tipo de éxito alcanzaste en la cúspide donde te encuentras.
COMO CUANDO LE APUESTAS AL ÉXITO ALCANZADO, Y TERMINAS PERDIENDO.
Seguramente ya has escuchado hablar de esos casos, pero tal vez no entiendas aún con claridad qué les pasó.
Un eslabón en su cadena de fracaso es claro: la comodidad del éxito. Pocas frases tan dañinas para tu negocio como: "así lo hemos hecho por X años, y nos ha funcionado", o "somos los líderes en la categoría".
La inercia de un tren tan pesado como el éxito tradicional y heredado, por definición es poco ágil y depende de toscas y viejas vías para continuar avanzando.
Por lo tanto, al aparecer un tren con una concepción flexible y diversificada del éxito, permitiéndole moverse con fluidez por vías que él mismo va construyéndose al andar, el tren de la inercia etiquetada con "tengo la mayor participación del mercado" o "mi posicionamiento es suficiente" suele quedarse atrás.
Entonces, tampoco es tema de velocidad, sino de agilidad. En palabras cliché: de innovación.
SOBRE LA ATRACCIÓN DE LAS MONTAÑAS RUSAS, Y LA AVERSIÓN A MONTARLAS.
El término 'innovación' despierta las mismas emociones que una montaña rusa: a todos atrae y de lejos creen atreverse a montarse en ella. Pero haciendo fila para subir, suelen encontrar (o inventar) excusas para salirse. O al ir subiendo la primera pendiente, la gran mayoría no tolera la tensión de lo que está por venir.
Es así que la expectativa de vida de una empresa en el índice Standard and Poor’s 500 era de treinta y tres años en 1964, de veinticuatro años en 2016, y se proyecta que disminuirá a solo doce años en 2027*. Muchas empresas se están bajando de la montaña rusa de la innovación.
Otro eslabón en la cadena que estanca hasta a las 'mejores empresas' es la falta de diversificación, cuando hoy trascienden aquellas que son
'la única empresa' que hace tal cosa, y no 'la mejor'.
Incluso crece la tendencia de jugar en 'industrias híbridas', como una vía de hacerse de un posicionamiento único, o de nicho.
Por ejemplo, una tienda departamental que le apuesta a extender su modelo de negocio al ser también una productora de contenidos de entretenimiento basada en su concepto de marca, una de las dos condiciones a cubrir para que aspires a tener una marca que aspire a trascender.
¿Cuándo innovar?:
Al entrar en la primera curva.
Como lo menciono en el artículo (y lo explico con gráficas, por si te gustan), el punto exacto para diversificarte e innovar está antes de que domines tu curva de crecimiento.
Justo ahí debes estar atento a las vetas que podrías explorar e idear nuevos productos o servicios.
¿Cómo luce una veta? Es muy común que luzca
como una idea estúpida o como esas que te entusiasman pero al mismo tiempo te dan nervios.
Para encontrar vetas es necesario contar con dos cosas:
- Tener tú o tu empresa una cultura interna orientada a querer innovar en serio, que no se eche para atrás al subir la cresta de la montaña rusa, y al contrario, que disfrute esa incertidumbre. Además, lo más probable es que tras subirte y bajarte, querrás subirte de nuevo. Te gustará.
- Contar con un equipo especializado con la asignatura permanente de crear tu siguiente idea y luego la siguiente, en un ciclo virtuoso. Un equipo interno no resulta del todo útil por los sesgos que tienen tras interactuar todos los días en el mismo tren de pensamiento; requieres gente externa, especializada; ojos e ideas frescas.
Entonces, ¿listo para dejar atrás el éxito que ya tienes e ir por uno nuevo?
Recuerda leer
el artículo completo aquí.
Haz tuyas nuestras ideas y compártelas.