Ser el diferente: Un riesgo valioso.

Hay dos tipos de marcas: las que siguen el manual y las que lo reescriben. Puede que ahora formes parte del primer grupo y ni siquiera lo estés percibiendo. O lo que sería más preocupante, sí lo percibes y te sientes conforme.

Un globo aerostático con forma de oveja de lana roja y cuerpo negro, flotando entre otras blancas.

En esta entrada colisionarás con:


  1. Por qué las reglas que seguiste hasta hoy limitaron tu crecimiento (pero ya no más).
  2. La diferencia entre sobrevivir y ser verdaderamente relevante en el mercado.
  3. Cómo las marcas que admiras prosperaron desafiando lo convencional.
  4. El precio de ser diferente y por qué vale la pena pagarlo.
  5. La tentación de las ideas subversivas para transformar tu proyecto.

¿Conocer las reglas para luego romperlas? No necesariamente.

Quizá empezaste por ahí porque era lo lógico, si haces A obtienes B, pero la innovación ocurre en los extremos, no en el centro.

Por un lado, están quienes ignoran que no saben (o que confían demasiado en un conocimiento limitado) lo que paradójicamente los lleva a expresar sus ideas sin miedos y aprender en el proceso.

En el otro extremo están quienes tienen tanto conocimiento que trascienden las propias reglas.

Abordan los problemas combinando su mentalidad, siempre abierta, con experiencias y hasta referencias de otras disciplinas para dar con soluciones inesperadas.

En ambos casos, la clave no es jugar estrictamente bajo las reglas, sino atreverse a desafiarlas.

Por cierto, en el centro sólo encuentras indecisión, parálisis por análisis. Se vive tan cerca del problema que no se logra ver la solución.

Jugar bajo las reglas estuvo bien hasta ahora. Las exprimiste hasta la última gota, pero ya es tiempo de reconocer sus límites, pues sigues esperando los supuestos grandiosos resultados que otros lograron haciendo exactamente lo mismo que tú: seguir al pie de la letra lo que, asumes, les funcionó.

La gravedad de 'lo seguro' te atrapó, manteniendo tu proyecto en la órbita de lo predecible, donde te conformas sobreviviendo con resultados mediocres y, peor aún, aburridos.

La buena noticia es que, sin importar si ya vas avanzando, apenas comienzas e estás por dar el primer paso, aún estás a tiempo. No necesitas recorrer los mismos errores de otros para aprender de ellos.

Mantenerse vigente no basta si no eres relevante, y la relevancia no es un golpe de azar. Se trata de renovar y hasta reinventar tu proyecto de manera constante asegurando no solo su permanencia, sino su capacidad de conquistar a las personas.

Las marcas a las que tantos likes les das en redes no llegaron ahí apostándole a lo seguro. Y tú tampoco llegarás donde están ellas copiándoles... ¿o sí?

LAS DOS ESTRATEGIAS EN COMÚN ENTRE LAS EMPRESAS QUE TRASCIENDEN.

No te engañes, ni siquiera copiándoles te acercarás a donde están esas empresas que admiras. ¿Por qué?, porque son únicas.

Son dueñas de territorios conceptuales y de negocio que nadie más puede ocupar y que sólo perderían por una cadena de decisiones desafortunadas (que normalmente tienen que ver con falta de visión, ponerse demasiado cómodas o conformarse).

Eso es lo primero que sí puedes 'copiar': la visión de construir tu marca sobre una propuesta que te pertenezca por competo, haciéndote inimitable.

Lo segundo es volverte irremplazable, y eso se logra obsesionándose con los detalles: en el diseño del producto (y el servicio), en la activación de cada punto de contacto y, en especial, la experiencia de tus clientes.

Hazlo bien y la competencia será lo de menos.

¿QUÉ FUE PRIMERO LA OFERTA O LA MARCA? SPOILER ALERT: SON UNA MISMA.

Amazon empezó vendiendo libros cuando comprar en línea era una locura.

Tesla apostó por autos eléctricos cuando la industria los veía como un chiste costoso contado desde un futuro lejano.


¿Recuerdas que la innovación sucede en los extremos? Elon Musk estaba en ambos. Mitigó su ignorancia con la información justa y comenzó a moverse.

Netflix mató el videoclub cuando nadie lo pedía.


Tenlo claro, esto no es exclusivo de proyectos globales; mira en tu ciudad: restaurantes siempre llenos y otros que apenas sobreviven. Tiendas que cobran su verdadero valor, que la gente las busca por ofrecer algo distinto y otras que dependen de descuentos para vender.

Gana quien entiende el cambio antes que los demás y lo capitaliza en una marca irresistible con una oferta imposible de ignorar.


Cuidado con lo que deseas:
Lo incómodo de la diferencia, y su recompensa.


Ser ignorado es frustrante, pero ser de pronto el centro de atención es otra historia que también conlleva incomodidades. ¿Estás listo para lo que significa realmente destacar?


La idea de que te noten apenas salgas al mercado es emocionante para todo emprendedor, empresario y CEO, pero hay un precio: no tienes margen de error.

Si decides ser el diferente, la barra se eleva. En un mercado saturado, necesitado de alternativas, quizá sólo tengas una oportunidad: la primera.

A los negocios genéricos se les permite cumplir a medias, simplemente por costumbre. Pero a los que se atreven a ponerse bajo el reflector, alzar la voz y desafiar lo conocido, no. Si fallas, no hay segundas oportunidades, te conviertes en automático en una opción del montón, quemando aún más el mercado.


Pero si ejecutas bien tu estrategia de diferenciación con los dos pilares clave -una marca que inspire y un producto que entregue resultados- y cumples superando expectativas, harás que se preocupen los de siempre, te harás inimitable y te convertirás en la primera opción para la gente... y, con el tiempo, en la única.


Por si no ha quedado claro: diferenciarse no es cambiar colores, tonos o estilos. Si todos son amarillos, ser rosa no es suficiente. Si todos son serios, ser irreverente no basta.

La verdadera diferenciación radica en cambiar paradigmas, resolver problemas reales y
ofrecer algo que la gente no sabía que necesitaba.


Eso no es cosmética. Es propuesta de valor. Es desempeño del producto (o servicio). Es experiencia del cliente. Es la historia que cuentas. Es la bandera que juras defender.


Ser el diferente no es gratis, es incómodo. Cuesta más esfuerzo, más riesgo, más exposición y, sobre todo, más tiempo. Pero la recompensa es de mucho provecho: liderazgo, relevancia y ventaja.


Si piensas en tu próximo negocio o en cómo reinventar el que ya tienes, hazte una pregunta: ¿quieres ser otro jugador en la cancha o el que rediseña el juego?

Si es lo segundo, prepárate porque no será fácil, pero tu impulso será tener en mente que nadie recuerda a los que jugaron a lo seguro.

Si la idea de reescribir las reglas te emociona pero no sabes por dónde empezar, cuestiona cada decisión estratégica que tomes con una sola pregunta: "¿Esto podría hacerlo cualquiera?" Si la respuesta es sí, aún hay trabajo por hacer.


Porque todo parte de una idea, pero una idea subversiva lo parte todo. No sólo cambian negocios, cambian industrias. Y lo mejor: las ideas no aparecen solas. Tú las diseñas, construyes y despliegas.

La pregunta es... ¿sabes cómo hacerlo?

Haz tuyas nuestras ideas y compártelas.

Una alpinista descendiendo de una montaña con una mochila que tiene integrado una bombilla de luz.
por El Orquestador 13 de febrero de 2025
El éxito es una 'zona segura' nebulosa. Cuidado, tu caída está a un paso de distancia.
Ver más

Recibe buenas ideas e ideas buenas, nada más. Sé un CREATIVE COLLIDER.

¿Nos compartes tu correo?